Cuando tenía diez años jugaba en la liga pequeña de beisbol... Nuestro
equipo había sido formado por los que habían llegado retrasados a las
inscripciones o que no habían sido aceptados en otros equipos. El
entranador nos había inoculado un gusto peculiar por este juego y había
logrado que nuestro equipo llegara a la final. Estabamos en la cumbre de
la tabla con muchos juegos de distancia del segundo lugar... El exceso
de confianza hizo que nuestro entrenador metiera a su hijo como lanzador
abridor... No era malo, pero era el que tenía el porcentaje más bajo de
pitcheo... El equipo adversario supo capitalizar y con pocas carreras y
manioobrando bien a sus lanzadores nos hicieron trizas en la final. Me
pregunto, tomando en cuenta que solo es un juego ¿Por qué razón quiso
poner a su hijo el entrenador? Los trofeos y las playeras de campeones
se quedaron en los paquetes. Dicen que "Al mejor cazador se le va la
liebre" pero a nosotros niños en ese entonces, nos dejó un raro sabor a
frustración. ¿Por qué no se apeló a la experiencia, al porcentaje de
pitcheo, a la estadística de bateo? ¿A la opinión de los jugadores de
las madres y padres de familia? De acuerdo a todo lo visto hasta el
momento en la unidad 3 de administración, esa decisión en el partido
final quedó grabado en la memoria como enseñanza de lo que no se debe
hacer dirigiendo a un equipo de personas.
Edward De Bono plantea la necesidad de tomar en
cuanta todas las lineas de pensamientos que se puedan generar en la
junta general de la empresa para tomar decisiones.
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=OmYyGJB6H0k
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=UQn7tOCyipI
https://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=T9J9bcSMRhQ
No hay comentarios:
Publicar un comentario